Dependiendo del país en el que te encuentres, a las personas que brindan un servicio en el sector restaurantero se les deja una remuneración en señal de gratitud; la propina.

La palabra propina proviene del latín “propinare” que quiere decir “dar de beber”. Que era como en la antigüedad solía darse la propina. Una bebida a cambio de algún favor o servicio.

Conforme fue pasando el tiempo se hizo costumbre dar un porcentaje del valor total del servicio en efectivo y en la actualidad esto sigue siendo un hábito. Lo estipulado va alrededor de 10 a 15% como lo recomienda la prestigiosa revista Forbes.

A pesar de ser una práctica común, la propina es un gesto de cortesía opcional y por eso es deber tuyo ser un mesero exitoso. A continuación te daremos una lista de prácticas para que día a día recibas mejores propinas:

SÉ CORDIAL

Dirígete con respeto y usa los sustantivos señor, señora y señorita adecuadamente y sonríe. Según Luis Manuel Rivera García, autor del libro “La magia de las finanzas en la hotelería” siempre hay que darle la bienvenida a los comensales con “una sonrisa sincera”.

LUCE IMPECABLE

Aunque no lo creas, tu aspecto es importante. En una investigación realizada para la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana hicieron una encuesta en la que el 53% de los encuestados aseguró que los empleados son quienes representan al restaurante y deben tener un aspecto pulcro.

LA ANTICIPACIÓN ES IMPORTANTE

En algunas ocasiones, suelen faltar algunos elementos en la mesa o el comensal puede necesitar extras (como los ceniceros) y lo mejor es estar al pendiente y anticiparse a brindar lo necesario antes de que lo pidan o lo obtengan de otra mesa.

NADA DE EXCUSAS

Con respecto a las sugerencias o quejas “el cliente siempre tiene la razón” y ninguna excusa sobre el restaurante o personal será de importancia. Lo ideal es buscar una solución rápida y pedir una disculpa en caso de ser necesaria.

Como lo refleja la investigación “La relación entre la satisfacción del cliente y la satisfacción del empleado en la industria de restaurantes” realizada para el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM) “el esfuerzo extra para manejar peticiones específicas impacta en la evaluación final del cliente sobre el servicio ofrecido”.

PRUDENCIA

Mantente al margen de las conversaciones ajenas y únicamente participa si eres requerido. La prudencia también está en no comunicarse en clave o incluso discutir con otros compañeros meseros estando frente al cliente.

HABLA DE MANERA POSITIVA

A la hora de preguntar si quieren algo del menú, evita la palabra NO. En lugar de preguntar “¿No les gustaría un postre?” tratar de incitar al SÍ preguntando “¿Les gustaría un postre?” A esto se le conoce como psicología positiva.

NO APRESURAR AL CLIENTE

Algunas veces ser muy atento puede confundirse con presión. Siempre dejar que el cliente se tome el tiempo que él desee para ordenar. También es necesario aprender a leer cuando el cliente ha terminado de disfrutar los alimentos. Y sobretodo, nunca apresurarlos a pedir la cuenta.

En conclusión, la cordialidad, el respeto y la energía positiva con la que atiendas a los comensales, hará de su experiencia algo inmejorable. Logrando que su gratitud se refleje en la propina. Sigue estos consejos y comparte aquellos que te han servido a ti a convertirte en un mesero exitoso.